Karola Piotrkowska Bloch, trabajó en la República Democrática Alemana creando el sistema arquitectónico de guarderías y jardines de infancia.
Karola Piotrkowska Bloch fue una arquitecta que trabajó en la República Democrática Alemana creando el sistema arquitectónico de guarderías y jardines de infancia.
Karola Bloch nació en Lodz, Polonia en el seno de una familia judía, estudió arquitectura en Viena y en Berlín, obteniendo el título en el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zurich en 1934. Ese mismo año se casó con el filósofo alemán Ernst Bloch, desde entonces vivieron en Viena donde Karola trabajó en el estudio de Jaques Groag, en París donde trabajó con Auguste Perret, y a pesar de ella estar muy contenta con su trabajo en París, para Ernst Praga era una mejor opción. Allí ella trabajó con Friedel Diecker, y fue donde nació el hijo de ambos en 1937.
El compromiso político de Karola Bloch con el comunismo le llevó a trabajar como correo del Partido Comunista Alemán en los años 30 y se afilió al Partido Comunista Americano durante su exilio en Estados Unidos de América bajo un seudónimo. El matrimonio se exilió en Estados Unidos con el advenimiento del nazismo por ser ella de origen judío, allí la organización familiar se estableció según las capacidades de inserción laboral de la pareja, siendo Ernst quien cuidó del hijo de ambos y dedicó su tiempo a la producción de sus escritos filosóficos y ella quien tuvo los trabajos remunerados en estudios de arquitectura de New York y Boston.
“Karola Bloch hizo de todo… No hubo trabajo que la altamente acreditada arquitecta no realizara. Trabajó como camarera, y, sin éxito, como agente de seguros hasta que finalmente consiguió un puesto en su campo de conocimiento.”[1]
Finalizando la década de los 40 el sentimiento anticomunista norteamericano les hizo insoportable continuar su vida en el exilio y decidieron volver a la República Democrática Alemana.
La pareja fue muy bien recibida, y especialmente para Ernst Bloch significó la posibilidad de publicar toda su producción de pensamientos y en 1948 obtuvo una plaza de profesor en la Universidad de Alemania del Este en Liepzig. Aunque Karola tenía buenas ofertas laborales en París y Polonia, la decisión la tomaron según el mejor interés para Ernst. Cada integrante de la pareja desde sus capacidades deseaba contribuir en la reconstrucción. A pesar que Alemania no era el país más atractivo para una mujer que había perdido toda su familia en el Campo de concentración de Treblinka, Karola ya experimentada y reputada arquitecta se convenció que en un nuevo país socialista como República Democrática Alemana prometía un quiebre con el pasado y la posibilidad de construir una sociedad más justa.
En 1950 se promulgó en la RDA una ley por la protección de madres y niños y por los derechos de las mujeres para promover dos objetivos aparentemente antitéticos: aumento rápido de la natalidad y movilización masiva de las mujeres como fuerza de trabajo productiva. Además de garantizar la salud de las mujeres, el plan tenía como objetivo construir 40.000 plazas de guardería y 160.000 plazas para el cuidado de niños y niñas, para edades comprendidas entre las seis semanas y los seis años.
A través del establecimiento de la academia de arquitectura (Deutsche Bauakademie) se centralizaban y controlaban todos los trabajos arquitectónicos, que dejaban de ser tareas de individuos, para ser trabajos colectivos, y sistematizados.
Se estimaba que era necesario construir 3300 equipamientos para el cuidado infantil para cubrir la demanda prevista en 1960. En un primer momento el director de la academia, Kurt Liebknecht, contactó con la arquitecta austríaca Margarete Schütte-Lihotzy experta en equipamientos y mobiliario para infantes, y porque habían trabajado juntos en Moscú en el equipo de Ernst May en 1930. Finalmente debido a cuestiones políticas no pudo contratarla, aunque ella envío una serie de sugerencias basadas en su experiencia en este tipo de centros; la más importante e innovadora fue la de establecer un instituto de investigación para coordinar las recomendaciones de arquitectos, trabajadores de la salud, y personas expertas en el cuidado infantil con el objetivo de producir de manera económica y estandarizada una amplia variedad de tipologías edificatorias y de muebles. Esta institución no fue creada pero si se realizó un intenso trabajo entre diferentes instituciones del gobierno de la RDA.
En diciembre de 1950 aparece registrada la participación de Karola Bloch, si bien no tenía la experiencia en proyectos de este tipo, sí que la tenía como madre, especialmente en Estados Unidos donde había tenido que utilizar estos equipamientos para su hijo, entendiendo la importancia para los padres trabajadores de dejar a sus hijos e hijas en ambientes seguros y enriquecedores. Karola colaboró desde 1951 con el desarrollo de detallados programas espaciales que sirvieran de base para diferentes tipologías de equipamientos para el cuidado infantil. Estos lineamientos proponían edificios bajos de no más de dos plantas, en cuya arquitectura se deberían respetar las tradiciones nacionales y emplear tradiciones constructivas locales. El principal componente de cada edificio eran los pares de ambientes orientados al sur conectados con paredes móviles. Terrazas cubiertas para permitir a las criaturas jugar o dormir al aire libre, y unos interiores coloridos e imaginativamente diseñados para despertar la sensibilidad artística de niñas y niños al tiempo que se les provee de un entorno saludable. Además cada agrupación de espacios tenía su propio exterior, arenero y piscinas bajas.
Debido a que la tendencia educativa de la posguerra había cambiado respecto a la previa en que se organizaban las clases de los niños pequeños mezclando edades, Bloch y sus colegas de la Academia de Arquitectura propusieron dos tipos de edificios: guarderías para los menores hasta 3 años y jardines de infancia para aquellos entre 3 y 6; a su vez estas dos tipologías se dividían según la duración de la estancia de los menores diario, semanal o por largo tiempo, y en tamaño iban de 34 a 120 infantes.
Estaba muy comprometida con la mejora de la vida de las mujeres y con las ideas del gobierno comunista que pasó a cumplir un importante papel como divulgadora de las ideas detrás de estas políticas y proyectos, para un amplio público: para que las madres acepten los equipamientos de cuidado para sus hijos; para introducir las tipologías estandarizadas a los maestros y para demostrar a los arquitectos y arquitectas como aplicar las ideas. Esta divulgación fue tanto en conferencias y encuentros como en artículos. En 1953 fue la primera mujer en publicar un artículo en “Deutsche Architektur” titulado “Pautas para equipamientos para los niños pequeños”. Karola Bloch comenzaba el artículo con una cita de Lenin, que decía que las guarderías son la semilla ideal para la igualdad entre mujeres y hombres. Explicaba las ventajas higiénicas y pedagógicas de los espacios propuestos, al tiempo que defendía que para un mismo uso producir múltiples diseños era en ese momento obsoleto. La estandarización reduce costes y que la utilización de una base común no mermaba la creatividad de quien diseñara ya que se tenían que adaptar a cada circunstancia, se podían mejorar y que cada planta necesita diferentes fachadas.
A comienzos de 1954 construyó dos edificios modelos en Leipzig adyacentes a una zona fabril en la que el 80% de los 3000 trabajadores eran mujeres: la guardería “Victory of Peace” y jardín de infantes “Future of Nation”. En 1955 publicó sendos artículos, sobre los edificios, uno sobre los espacios en Deutsche Architekture y otro en una revista para mujeres Die Frau von Haute (La mujer de hoy).
1955 fue un año muy feliz para la pareja, en plena madurez y reconocimiento, pero los sucesos políticos que le sucedieron y el fuerte compromiso ético de ambos les fue haciendo ganar la enemistad del gobierno. En diciembre 1956 fueron detenidos para un interrogatorio, a finales de 1956 el programa de equipamientos de apoyo a los cuidados fue suspendido. En enero de 1957 Ernst Bloch fue expulsado de la universidad. A Karola se le hace imposible trabajar públicamente, si lo hace es con seudónimo, investigando desde su casa u organizando charlas en su propia casa. En 1961 viajando por la República Federal de Alemania deciden quedarse en Tübingen, una pequeña ciudad universitaria, como respuesta a la sorpresiva construcción del Muro de Berlín.
Al no estar más involucrada en la práctica diaria de la profesión, Karola Bloch trabajó activamente por los derechos de las mujeres maltratadas y vejadas, así como por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y por los derechos de las personas presas.
En 1963 fue miembro fundadora de la UIFA, Union Internationale des Femmes Architectes, que se reunió a partir de ese momento cada dos o tres años en una ciudad diferente.
A finales de los 70 emerge como testigo de la historia contando su carrera como arquitecta en la que rescataba la etapa en la RDA por su capacidad de actuar, de dirigir equipos, en los que había muchas mujeres, frente al aislamiento que había sentido en otras ciudades europeas y en Estados Unidos, o el entorno conservador que le tocó vivir en la RFA, escribiendo su biografía Aus Meinen Leben (Sobre mi vida) en 1981.
(la mayor parte de este texto está tomado del artículo: Karola Bloch amd standars childcare in the GDR de Mary Pepchinski)
UN DIA | UNA ARQUITECTA 3 