Arquitecta y académica chilena que ha destacado por sus proyectos construidos tanto en Chile como en el extranjero
Oriunda de Punta Arenas, en la zona austral de Chile, Francisca Pulido estudió arquitectura en la Universidad Finis Terrae, en Santiago, Chile, terminando la carrera en 1996. La arquitectura no fue, sin embargo, su primera opción cuando tuvo que elegir qué estudiar; quería ser fonoaudióloga. Postuló a esta carrera y al no ser aceptada, optó por una carrera que potenciara su creatividad, y le terminó encantando[1]. Al egresar, trabajó inicialmente en la oficina del arquitecto Mathias Klotz, y a partir del año 2000 ha trabajado independientemente, desarrollando la mayor parte de su trabajo junto al arquitecto Felipe Assadi, quien fuera su pareja y socio durante 20 años, y con el que tuvo dos hijos.
Varias obras de la oficina Felipe Assadi + Francisca Pulido han sido reconocidas a nivel nacional e internacional, destacándose en el ámbito de arquitectura residencial las casas Deck (Alto Rungue, Chile, 2006), Guthrie (Chicureo, Chile, 2007), Toledo (Ciudad de Guatemala, Guatemala, 2011), y Roel (Ciudad de México, México, 2013), en el ámbito de arquitectura comercial el hotel Awasi Patagonia (Torres del Paine, Chile, 2014), y en el ámbito de arquitectura institucional el edificio de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Austral (Valdivia, Chile, 2014).
Pulido ha sido además académica en las universidades chilenas Andrés Bello, Finis Terrae, Mayor, del Desarrollo (Concepción), y de Talca, y ha sido profesora invitada en instituciones como la IUAV de Venecia y la Escola da Cidade en São Paulo. También es directora en Chile del Congreso Arquine, celebrados en Santiago en 2014 y 2016, y forma parte del directorio de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) de Chile, y del comité editorial de la revista de la misma asociación.
A pesar de la imagen positiva que se tiene en el extranjero de la arquitectura chilena contemporánea, Pulido es bastante crítica con el medio nacional; piensa que la arquitectura local se ha apoyado demasiado en la repetición de modelos, produciendo una escasa renovación en las ideas. También, cree que falta una revisión crítica del rol de los arquitectos en las políticas de vivienda social, en la planificación urbana, territorial y barrial, y en las concepciones sobre conservación patrimonial y, además, que falta colaboración entre privados y el Estado en estos ámbitos. Estos temas, dice, son mucho más relevantes en la conformación de una arquitectura nacional, que el éxito de algunos arquitectos desarrollando proyectos unitarios y aislados, y espera que la arquitectura local pueda expandirse más hacia el horizonte social. Su preocupación principal y actual, dice, es desarrollarse en el ámbito académico y editorial, orientado al análisis, la crítica, la experimentación y la difusión.
Sobre su experiencia en la colaboración junto a Assadi –con quien ya no trabaja actualmente- nos cuenta que, a pesar de que ha leído o escuchado comentarios sobre su rol secundario y menos visible en relación al de su socio en la oficina, el trabajo siempre se repartió equitativamente y en base a los potenciales de ambos socios. Cree, sin embargo, que el medio es eminentemente masculino, que los clientes masculinos suelen solicitar más a arquitectos hombres, y que en este contexto las mujeres debemos demostrar doblemente nuestras capacidades para poder tener éxito.
[1] http://cosas.com/mujer-lancome-francisca-pulido/
UN DIA | UNA ARQUITECTA 3 