SOPHIE HICKS 1960

Trabajó 9 años en el mundo de la moda, actuó para Fellini, cursó arquitectura, en mitad de carrera abrió su estudio y tuvo 3 hijos.

Hicks es una londinense tan conocida por su arquitectura como por su estilo personal, desafiante, varonil e imperturbable. Luce cabello corto y traje masculino hecho a medida desde los 18 años, su look no ha sido influenciado a pesar de pertenecer a un clan de mujeres que han afectado a la moda de un modo memorable. Su madre Joan Hicks fue modelo en los años 50 y trabajó con fotógrafos de la talla de Parkinson y French, dos de sus tres hijos, Edie y Cloe Campbell, son prestigiosas modelos de alta costura y la misma Sophie antes de dedicarse a la arquitectura, incursionó en el mundo de la moda cumpliendo diferentes funciones en revistas de gran renombre.

Siendo muy joven se inició como editora de modas invitada en la sección adolescente de Harpers & Queen, luego fue asistente de moda y editora de moda de esa misma revista, de Tatler y de Vogue Gran Bretaña; para concluir su paso por este mundo como estilista editorial de Azzedine Alaïa. Nueve años en el mundo de la moda le permitieron desarrollar habilidades y agudizar su gran sentido de la estética; más tarde estas experiencias servirían para desligarla de las ataduras y convencionalismos de la arquitectura.

“…Ayuda a haber estado en un mundo diferente antes de incursionar en arquitectura. La moda es un mundo interesante porque captura al zeitgeist. La arquitectura también tiene que captar el zeitgeist, pero tiene que durar mucho mas tiempo.

Desde muy pequeña quiso ser arquitecta y diseñar por su propia cuenta. Un incidente con Madonna fue el que le dio el impulso para cambiar de rumbo de su carrera; en medio una agotadora gira por Norteamérica para producir el libro de Azzedine Alaïa, la diva llamó para cancelar. Ese episodio y el cansancio acumulado colmaron el vaso y decidió que esa vida ya no era lo que quería. Con 26 años comenzó a estudiar en la Escuela de Arquitectura de la Architectural Association de Londres. A mitad de carrera fundó su propio estudio[1], que hasta el presente se encuentra en continua evolución, y comenzó a formar su familia.

Su primer trabajo consistió en el diseño de “Pop Art” una exhibición en Real Academia de Artes de Londres, le siguieron encargos de diseño y remodelación de viviendas privadas. Esta experiencia de trabajar con clientes específicos le enseño a escucharlos, entender sus necesidades y a prestar atención a los detalles para producir una obra de arquitectura que satisfaga el encargo.

Su estudio además de residencias privadas es acreedor de múltiples diseño que incluyen, mobiliario, botellas de perfume, luminarias, espacios de oficinas, exposiciones y tiendas para prestigiosos diseñadores. Su reputación como “arquitecta de la moda” fue ganada por su pericia y por su ojo entrenado para el detalle. En estos encargos se desenvuelve como pez en el agua; entendiendo la esencia del diseñador, desarrollando el concepto de cada uno, para traducirlo en espacialidades que potencian la marca.

Entre los modistos que la eligen se encuentran Paul Smith, para quien diseño 8 tiendas, frascos de perfume, exhibidor de perfume y diferentes mobiliarios; Chloé que le encargó el diseño de mas de 100 tiendas alrededor del mundo;

Desde 2008 y en paralelo, lleva adelante un proyecto de interés personal, incursionando en una nuevo mercado, el desarrollo inmobiliario de residencias y oficinas de carácter individual. Adquiriendo una serie de terrenos en el centro de Londres, produce una arquitectura moderna que confraterniza con el entorno histórico; cuyo objetivo a largo plazo es tener un impacto positivo duradero en el vecindario y un buen envejecimiento. Este proyecto resultó más burocrático y difícil de llevar a cabo de lo que pudo sospechar, debido a la gran cantidad de trabas para obtener los permisos de construcción de edificios con fachadas contemporáneas, que sean visibles desde la calle, en áreas conservacionistas.

«¿Por qué una casa construida en un área de conservación debe tener una fachada pastiche? Sin embargo, cuando miras el centro de Londres, me refiero a Kensington, Chelsea y Westminster, casi no hay casas modernas que sean visibles desde la calle. Están todas ocultas en las callejuelas, o la fachada moderna es la posterior. Somos increíblemente tradicionales y conservadores en Kensington y Chelsea y creo que es completamente insalubre. Produce mala arquitectura, este deseo de no sorprender a nadie y sólo tener edificios pastiche. En general, somos muy débiles en Inglaterra. No sé qué es lo que hace que los británicos aspiren a la rectoría georgiana pase lo que pase.»

Sin dudas el estilo de Hicks refleja su enfoque sartorial sin adornos, es sutil, tranquilo, detallista y elegante. Sus espacios no son llamativos, pero siempre están dotados de una gran perspicacia.

«La arquitectura debe causar un impacto emocional en la persona que la recorre.»

[1] Sophie Hicks Ltd Architects.

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