Ida McCain fue una de las arquitectas más proliferas de la Bahía de San Francisco en la década de los 20, después de Julia Morgan.
Ida Florence McCain nació en Fort Collins, Colorado en 1884. Hija de James Milton y Hannah H. Oelrich McCain. Su padre murió cuando ella tenía 12 años y su madre se casó de nuevo, pasando a llamarse Hannah King.
McCain estudió en la escuela pública y a los 15 años ingresó a Colorado State Agricultural College. Cuando estaba en segundo año se abrió un curso de arquitectura. A pesar de sus altas calificaciones McCain fue en un principio rechazada, pero ella perseveró y aplicó hasta que finalmente fue aceptada. Ella fue la única mujer en tomar este curso. A pesar de que nunca obtuvo una formación mucho más formal que esto y nunca obtuvo una licencia de arquitecta, se convirtió en uno de los arquitectos más exitosos del área de la Bahía de San Francisco.
En 1903, después de graduarse, McCain se mudó junto a su familia a Los Ángeles donde empezó a trabajar como dibujante para al arquitecto de iglesias Lawrence B. Valk. Además trabajó diseñando viviendas en el estudio Lambert & Bartin, donde después de un año ascendió como socia.
En 1909 la familia McCain se mudó a Portland donde Ida continuó trabajando en arquitectura en la oficina Spencer & McCain. Entre los proyectos que realizó en ese momento podemos nombrar la vivienda para su hermano Arthur y la vivienda de su madre, ambas en Alameda Park.
Finalmente en 1915 la familia se estableció en San Francisco. Era un momento de gran desarrollo de la bahía, McCain trabajó junto a los más importantes desarrolladores inmobilarios del momento, como Stephen A. Born y Baldwin & Howell.
Desde el departamento de arquitectura de Born, McCain desarrolló tanto proyectos de desarrollo como viviendas particulares en los barrios más cotizados del momento, como Lincoln Manor y Westwood Park. Incluso diseñó la vivienda de Stephen A. Born.
En 1920, una publicidad de Baldwin & Howell incluye una caricatura de McCain con el lema «Diseñaré un bungalow especialmente para VOS».
Después de trabajar seis años junto a Born, McCain decidió separarse y abrió su propia oficina, donde ofreció servicios inmobiliarios, de arquitectura y construcción. Se encargó de comprar propiedades y diseñar cientos de viviendas y bungalows para la clase media con diferentes estilos de revivals y Arts-and-Crafts. Trabajó principalmente en la península de San Francisco, donde colaboró en la creación de los barrios San Mateo Park, St, Francis Wood y Monterey Hieghts.
El trabajo de McCain como arquitecta se destacó por proporcionar «un toque femenino» a sus viviendas. Esto se puede verificar en la disposición de varios espacios de guardado en cada habitación. En una de sus publicidades anunciaba:
«Porque soy una mujer puedo anticipar esos detalles importantes que significan tanto para ella, quien pasa más tiempo que cualquier otra persona en el hogar».
Su obra también fue destacada por la excelente ejecución y la utilización de materiales de primera calidad. En una charla McCain comentó que durante una visita a obra se dio cuenta que habían utilizado revestimientos y un techado de baja calidad. Ella ordenó al contratista que lo sustituyera por una madera de mejor calidad. Cuando se percató que no la habían reemplazado, McCain subió fue rápidamente a la azotea y usó su zapato para pisotearlo, pero el taco de su zapato se rompió,
«El carpintero me trajo muy amablemente un hacha, que era más eficiente, y al mejor estilo «Carrie Nation» golpeamos los nudos y los perforamos. No quedó ninguna duda de que había que reemplazar el techo todo con la nueva madera»
En 1930, estuvo viviendo con su madre y su hermana mayor en la casa diseñada por ella en San Matero Park. Nada se sabe de ella a partir de 1937.
UN DIA | UNA ARQUITECTA 3 