Sus búsquedas proyectuales resultan de constantes exploraciones del proyecto en relación con el paisaje y las artes visuales.
Ana Lina Klotzman nació el 10 de noviembre de 1974 en Rosario, Santa Fé. Vivió con sus abuelos en el pueblo de Elortondo, tras haber perdido a sus padres en la última dictadura cívico-militar argentina en 1976.
Su gusto por la pintura y el dibujo empezó desde pequeña, entre las librerías del pueblo y momentos de creatividad.
Comenzó sus estudios universitarios en 1993, en la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario y se graduó en 1999. Influenciada por profesores que marcaron su formación y con quienes más tarde trabajó como docente. Aquella era la época del Grupo R, arquitectos que organizaban encuentros en los que Klotzman se relacionó con profesionales locales e internacionales. Allí conoció a referentes de su ciudad como Rafael Iglesias y Marcelo Villafañe.
En su tercer año de carrera, colaboró para el Concurso Nacional del Monumento a la Bandera, en el estudio de los Arqs. Wade, Di Prinzio y Benetti, en el que después siguió trabajando. También realizó una pasantía para estudiantes, en la Oficina de Arquitectura de la Secretaría de Salud Pública de Rosario. Con su proyecto final de carrera obtuvo el Premio Arquisur en 1999.
Después de graduarse, Klotzman y su pareja vivieron en varios lugares de Europa, en Brasil y también en Santiago de Chile, donde profundizó sus experiencias en fotografía, trabajos con los que más tarde participó de la IX BIAU 2014 Rosario, en el estudio de situaciones urbanas, con los que concluye resultados que luego los traslada a su práctica profesional.
“Soy curiosa, muchas cosas me interesan, y creo que la carrera de arquitectura es una muy buena puerta de entrada para muchas otras disciplinas. No sé a quién le escuché decir una vez que un arquitecto es, básicamente, un curioso. No es mía la frase, pero me parece muy apropiada. Esta profesión te da una mirada particular, una base cultural amplia. Los arquitectos somos los encargados de poner en relación, mediante el proyecto, a muchas otras disciplinas, desde las más artísticas hasta las más técnicas o específicas.”
A su vuelta del exterior, fue invitada para colaborar como adscripta en la cátedra de Proyecto Arquitectónico I del ciclo superior de la FAPyD UNR. Desde el año 2005 es JTP de la materia de Análisis Proyectual I y II e Introducción a la Arquitectura, hoy Cátedra García, ex Cátedra Moliné de la FAPyD UNR.
Por esos años, también comenzó con su trabajo como arquitecta independiente, desempeñándose primero en Elortondo y pueblos cercanos, y también en sociedad con los arquitectos Pablo y Gabriel Makler, en la ciudad de Rosario.
“Creo que una ventana bien orientada, con la proporción correcta para un espacio determinado, puede ser determinante para quien lo habita, puede hacer una diferencia en su vida(…).
Involucro mucho al cliente en el proceso de proyecto. Entonces, no siempre es perfecto el proceso proyectual o el resultado, pero es genuino, pertinente a ese comitente, en ese lugar.”
Obtuvo premios en el Concurso Nacional de Anteproyectos para la Pista Nacional de Remo en Tigre y en el Concurso Nacional de Proyectos para el Predio Ferial de Mendoza, en asociación con Pablo Makler, Gabriel Makler y Pablo Leguizamón. Una de sus obras, la Casa G493 ha quedado seleccionada en varias instancias concursales, como entre las 15 que representaron a Argentina en la IX BIAU 2014, como finalista del XXV Premio de la CPAU –SCA en el mismo año y también como obra seleccionada para la BIA-AR 2014. En 2015 obtuvo el 1er Premio CAPSF/FADEA (Categoría Vivienda Individual Exenta), a nivel provincial y el 2do Premio FADEA a la Obra Construida, a nivel nacional.
En el ámbito de la Investigación, Ana Lina Klotzman es Docente Investigadora, y ha formado parte de proyectos de investigación desarrollados por su cátedra. Desde hace tres años integra un grupo de estudio que forma parte de la DESIGNING HERITAGE TOURISM LANDSCAPE Network. En el marco de esta actividad, participó como docente invitada en el Workshop “Tourisme et patrimoine, le territoire de Roquebrune-Cap Martin, France” 2017. Actualmente, es miembro de la Asociación Civil Open House Rosario.
Ana Lina Klotzman adquirió experiencia proyectual y ejecutiva en pequeña y gran escala. Con su estudio actual NK_arqs, conformado también por la Arq. Sofía Navello, dedican tiempo y esfuerzo a la tarea proyectual, en la que el comitente es invitado a participar e intercambiar ideas y el resultado, sostiene la arquitecta, concluye en una obra sólida y ajustada a la especificidad de la situación dada.
“La mejor arquitectura, para mí, la que yo más valoro, es aquella que, pudiendo ser enorme en m2, o no, está hecha de momentos especiales, de espacios poéticos a la vez que tectónicos, que nos hace sentirnos bien al transitarla, que nos da belleza en lo cotidiano.”
Los concursos, la obra realizada, la docencia y la investigación le ha permitido participar en publicaciones nacionales e internacionales, como jurado invitado en actividades académicas y extra-académicas, junto a charlas sobre su trabajo y su experiencia en el proyecto del paisaje. También agrega varios años al diseño y montaje de escenografías.
“Un buen arquitecto tiene que ser un estudioso, un intelectual, eso le da un plusvalor a su obra. Los arquitectos que admiro, lo son. Así como desconfío de la arquitectura que se queda en el papel, en las teorías difíciles, de la arquitectura para iluminados. La buena arquitectura tiene que superar el desafío de ser bien habitada.”
La componente artística y la arquitectura, significan para Ana un torrente continúo de creatividad, donde la escritura también ocupa su lugar.
“…Lo que hago me gusta mucho. Y pienso que no tiene límites. La arquitectura me da la posibilidad de imaginar algo y después ver mi imaginación hecha realidad. Es magia.”
Ana sostiene que la relación profesión-maternidad no es sencilla pero no imposible, y concluye:
“Sí, es verdad que en las grandes luminarias de la arquitectura, aparecen menos mujeres, pero es que la mayoría están criando niños a la vez y tienen menos tiempo! Pero hay muchísimas arquitectas que admiro, empezando por Lina Bo Bardi. Y siguiendo con muchas contemporáneas, que aportan a nuestra profesión espacios sutiles y formas intensas. La mujer tiene otros tiempos, sus pensamientos van por otros carriles, y yo creo que eso, si se maneja bien, se nota en su arquitectura, no como un manifiesto, sino como algo sólido a la vez que sensible. O por lo menos, yo lo noto en muchas colegas”.
UN DIA | UNA ARQUITECTA 3 