LU WENYU 1966

Arquitecta de origen chino, junto a su socio Wang Shu, produce arquitectura en armonía con el legado del pasado y la mirada puesta en el futuro.

Lu Wenyu, nació en 1966 en la ciudad China de Hangzhou, donde vivió toda su vida. “Soy como una planta, nací y crecí en el mismo sitio”, dice la arquitecta, quién salió por primera vez de China a los 37 años, y afirma que cuando conoció el mundo, encontraba en todas partes similitudes con su ciudad de origen.

Titular del estudio “Amateur Architecture Studio”, que fundó en 1987 junto a Wang Shu, quien además de su socio es su marido y juntos tienen un hijo varón.

El nombre de la firma, elegido por los arquitectos para enfatizar el carácter espontáneo y experimental de su arquitectura, su interés por los oficios, por mantener la memoria cultural china y celebrar la cotidianeidad en su práctica arquitectónica.

Su trabajo se caracteriza la permanente búsqueda de equilibrio, entre la herencia de tradición china y la mirada al futuro, por el uso de materiales reciclados, cuyo resultado son edificios atemporales, pero representantes de su tiempo. Una arquitectura que es con-textualista pero desafiante, monumental pero al mismo tiempo,  llena de espacios íntimos.

Los arquitectos Lu Wenyu y Wang Shu, son los fundadores de  la escuela de arquitectura de Hangzhou, “China Academy of Art” donde ambos enseñan arquitectura.

“Con un edificio puedes hacer poco. Dar clases era la única manera de multiplicar el impacto de lo que nos parece fundamental: no destrozar China. La globalización comenzó hace siglos, pero debería ser suma y no destrucción. En mi país las antiguas aldeas son destrozadas, por eso abogamos por trabajar con los restos, por construir a partir de esa destrucción”.

En esta escuela de arquitectura, los alumnos tienen una formación previa que proviene de las artes, por lo que tienden a ser muy conceptuales, es por eso que desde hace algunos años incorporaron un curso de “pedagogía creativa para estudiantes de arte”.

La curricula diseñada por los arquitectos, incluye el aprendizaje de oficios básicos, como el trabajo de la madera, el ladrillo, etc. Los alumnos estudian además caligrafía durante un año, además de las clases de dibujo.  Los docentes incentivan a sus alumnos a sentir las texturas de los diferentes materiales, y experimentar los oficios y las artesanías desde la práctica.

Lu Wenyu afirma en su rol de educadora:

“Solo comprendiendo y conociendo los diferentes materiales, los estudiantes pueden diseñar sabiendo qué es exactamente lo que están dibujando. Creo que el diseño arquitectónico está basado en el dibujo. Es esencial saber que las diferentes líneas, representan distintos materiales como bamboo, madera, metal, hormigón, ladrillos o tierra. Nuestra academia debe ser la única en china que permite a los estudiantes pasar un año trabajando con diferentes materiales y literalmente sentirlos. Después de un año, muchos estudiantes se sienten muy orgullosos de poder reparar muebles o construirlos por su cuenta.”

En el segundo año, el curso se enfoca en los jardines de China. Este curso, primero era dictado directamente por Wang Ahu, pero desde 2010 Xin Wang, quien se especializa en jardines vino desde Berlín, para hacerlo.

Se invitan también docentes extranjeros en especial para enseñar en curso de tercer año, cuando los alumnos comienzan los módulos específicos de arquitectura. En el primer semestre, las clases se enfocan en planeamiento urbano, y en el semestre siguiente en temas rurales. En el cuarto año los alumnos estudian principalmente construcciones y en el quinto, pueden elegir la dirección en que quieren orientar sus estudios, los futuros arquitectos

Los arquitectos, autores entre otras obras, del Museo de Ningbo, construido en parte a partir de los restos de otros edificios, llevan 25 años juntos: “nos hemos convertido en uno”, expresan. Trabajan juntos en su pequeño estudio, integrado por 10 personas como máximo, fundaron juntos la escuela de arquitectura en la ciudad Hangzhou, sin embargo, solo él recibió el premio Pritzker en el año 2012. Fue el primer arquitecto Chino, en recibir la mención.

Wang Shu no lo encontraba justo. E insistió en compartirlo, pero no quise”. Declara Lu Wenyu, cuyas razones son: “quiero una vida y prefiero pasarla con mi hijo. En China pierdes la vida si te haces famoso. Allí no aceptaría ninguna entrevista. Y en un país de lengua inglesa tampoco”. Explica en una de las pocas entrevistas que ha otorgado y agrega que su arquitectura “es la que siempre ha querido hacer él. Yo realmente quería ser bióloga, no soy una arquitecta vocacional, soy una convencida”, y explica que si bien la idea de construir a partir de la destrucción es una idea de Wang Shu, ella la ha hecho suya, aclara que no lo seguiría a ciegas,  y concluye “espero que mucha más gente la haga suya ya que tiene sentido.

Desde muchos medios de comunicación la organización de los premios Pritzker, fue cuestionada por la decisión de otorgar solo la mención a uno de los miembros del estudio.

En el 2011, la arquitecta aceptó el «Premio Schelling» que comparte con su marido.

“Sabía que no cambiaría mi vida”, (…) “Soy feliz de poder hacer la arquitectura que creo que ayuda a que nuestros pueblos y ciudades sean mejores. Estoy convencida de que hablar de ello despierta interés en otras personas, pero no quiero ser famosa. Y si estoy equivocada, sé que el error es el efecto secundario de tomar decisiones. Si no admitimos el error nos convertimos en personas monotemáticas”.

Más información
Entrevista a Lu Wenyu
Entrevista a Lu Wenyu en el diario «El País»

Un comentario en “LU WENYU 1966

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